El jabón es una de nuestras defensas más efectivas contra los patógenos invisibles. Por lo general, las personas pensamos que este artículo de higiene es algo irrelevante cuando se trata de temas de tanto peso como los que vivimos hoy con la aparición de enfermedades infectocontagiosas como el COVID-19.
Sin embargo y para nuestra sorpresa, el jabón es un potente aliado para combatir microorganismos, pues tiene la capacidad de destruirlos, si lavamos nuestras manos adecuadamente. Una gota de loción jabonosa diluida en agua, es suficiente para romper con la estructura molecular de muchos tipos de bacterias y virus, incluyendo al coronavirus, que actualmente se propaga a pasos agigantados y sin freno, alrededor del mundo.
Mecanismo de acción del jabón frente a patógenos infecciosos
La respuesta, se encuentra en su estructura híbrida. Las lociones y los jabones sólidos están hechos de moléculas en forma de alfiler, cada una de las cuales tiene una cabeza hidrofílica —se enlaza fácilmente con agua— y una cola hidrofóbica, que evade el agua y prefiere vincularse con aceites y grasas. Estas moléculas, cuando están suspendidas en el agua, flotan de manera alterna como unidades solitarias, interactuando con otras moléculas en la solución y se ensamblan a sí mismas en pequeñas burbujas llamadas micelas, con cabezas que apuntan hacia afuera y colas que permanecen en el interior.
Algunas bacterias y virus tienen membranas lipídicas que asemejan micelas de doble capa con dos bandas de colas hidrofóbicas intercaladas entre dos anillos de cabezas hidrofílicas. Estas membranas están cubiertas con proteínas importantes que permiten a los virus infectar a las células y desempeñar tareas vitales que mantienen vivas a las bacterias. Los patógenos envueltos en membranas lipídicas incluyen a los coronavirus, el VIH, así como a los virus que causan hepatitis B y C, herpes, Ébola, zika, dengue y numerosas bacterias que atacan los intestinos y el tracto respiratorio.
¡Lávate las manos con agua y jabón!
Cuando te lavas las manos con agua y jabón, rodeas cualquier microorganismo de tu piel con moléculas de jabón. Las colas hidrofóbicas del jabón que flotan libremente intentan evadir el agua. En el proceso, se introducen en las envolturas lipídicas de ciertos microbios y virus, y las abren a la fuerza, desintegrándolas.
Algunas moléculas de jabón interrumpen los enlaces químicos que permiten a las bacterias, los virus y la mugre adherirse a las superficies, sacándolos de la piel. Las micelas también se pueden formar alrededor de partículas de suciedad, así como fragmentos de virus y bacterias, al suspenderlos en jaulas flotantes. Cuando te enjuagas las manos, todos los microorganismos que han sido dañados, atrapados y matados por las moléculas de jabón son arrastrados por el agua.
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La prevención es la mejor herramienta para evitar el contagio y la propagación de COVID-19. Diferentes organismos internacionales de salud, así como científicos y expertos sanitarios recomiendan lavarse las manos frecuentemente por un lapso de 20 segundos o más.
Cuándo debes lavar tus manos:
- Antes, durante y después de preparar alimentos.
- Antes de comer.
- Antes y después de cuidar a alguien en su casa que tenga vómitos o diarrea.
- Antes y después de tratar una herida.
- Después de ir al baño.
- Después de cambiar pañales o limpiar a un niño que haya ido al baño.
- Después de sonarse la nariz, toser o estornudar.
- Después de tocar a un animal, alimento para animales o excrementos de animales.
- Después de manipular alimentos o golosinas para mascotas.
- Después de tocar la basura.
¡Cuídate y #QuédateEnCasa!
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By: Mariela Delgado G.
Con información de New York Times.